Una unidad canina perseguirá el uso ilegal de veneno en el territorio oriental del oso pardo cantábrico.
El proyecto piloto Muruna, auspiciado por diferentes fundaciones conservacionistas y financiado por la Dirección General de Desarrollo Rural del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y la Fundación Biodiversidad, ha puesto a disposición de las instituciones públicas de Castilla y León, Asturias, Galicia y Cantabria una unidad canina de disuasión y lucha contra el uso ilegal de cebos envenenados en el territorio oriental del oso pardo cantábrico.
Esta acción se enmarca dentro de la colaboración ciudadana que reclama la «Estrategia Nacional contra el Uso de Cebos Envenenados en el Medio Natural» aprobada en octubre de 2004 por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente y redactada por técnicos de todas las comunidades autónomas y del Ministerio de Medio Ambiente.
La unidad canina hará labores preventivas y se le dará la mayor publicidad posible como elemento disuasorio y de concienciación. Otra labor será la de limpieza en casos de colocación de cebos envenenados y la comprobación de sospechas fundadas.
La protagonista de esta iniciativa es la perra pastor belga malinois «Mira de Jelova», adiestrada durante 2009 para la detección de veneno por Jesús López, que trabaja en esta materia para la Junta de Andalucía, cuya Consejería de Medio Ambiente ha firmado un convenio con la Fundación Monte Mediterráneo para cooperar en el proyecto Muruna. El guía será el naturalista Joaquín Morante, vecino de Lores, aldea de La Pernía, Palencia, situada en pleno corazón osero.