lunes, 17 de octubre de 2011

Arde el Suroccidente asturiano


ARDE EL SUROCCIDENTE

El humo invade todos los rincones del suroccidente asturiano desde hace más de una semana. De todos es sabido que con este otoño tan seco, todo arde como la pólvora y las manos que están, de forma tradicional, detrás de los incendios parece que se han puesto de acuerdo para quemar los montes.

De todos los rincones se ven humos que, por las peculiaridades de la presión atmosférica de estos días de tiempo tan estable, se quedan a ras del suelo, con los graves perjuicios para la salud de todos los habitantes de la comarca.

Desde hace ya mucho tiempo se ha hablado de los desastres para el entorno natural, para la flora y fauna, para la calidad del suelo forestal, pero en estos días hay que hablar también de los perjuicios sociales y de salud.
Incendio en La Viña

Por muchos rincones de Cangas se oye que ojalá que cojan a los culpables. Se gasta mucho dinero en extinguir los incendios y se pone en juego la vida de las personas que trabajan apagando los fuegos. La ley del Principado de Asturias 3/2004, de 23 de noviembre, de Montes y Ordenación Forestal, hace muchas referencias a acotar la zona quemada para el pasto del ganado, no computar la superficie quemada a la hora de solicitar subvenciones durante los 5 años siguientes o incluso el deber de restauración de la superficie quemada por parte de los propietarios del monte. Sin embargo, como ciudadanos, deberíamos exigir algo más, y son los graves perjuicios sobre la salud.

Cuando se quema un monte, no sólo se destruye la vegetación, si no que se emiten a la atmósfera enormes cantidades de gases de forma muy rápida; una gran cantidad de dióxido y monóxido de carbono en la atmósfera. Según los expertos si este, es de enormes proporciones, la contaminación del aire, puede compararse a la contaminación que provoca el transporte motorizado en la atmósfera, correspondiente a un porcentaje considerable de un año, o a un porcentaje de la emisión generada por la quema de
combustibles fósiles de un año, así mismo los incendios contribuyen con el incremento de los gases de efecto invernadero y al cambio climático. El humo causado por los incendios puede producir la muerte por inhalación de humo o por quemaduras graves, causando además molestias respiratorias y oculares, afectando sobre todo la salud pública y a las personas con enfermedades bronquiales, pulmonares y cardiacas, teniendo en cuenta además, que en las zonas donde más incendios y más cantidad de humo tenemos están pobladas por gente mayor con problemas de salud.

Además del CO2, el Monóxido de Carbono (CO) que es un gas inodoro e incoloro,  Cuando se lo inhala, sus moléculas ingresan al torrente sanguíneo, donde inhiben la distribución del oxígeno. En bajas concentraciones produce mareos, jaqueca y fatiga, mientras que en concentraciones mayores puede ser fatal. El monóxido de carbono se produce como consecuencia de la combustión incompleta de combustibles a base de carbono, tales como la leña que hay en el monte.

Todas estas cuestiones para que nos planteemos o para reflexionar el por qué se siguen callando familiares y vecinos cuando uno quema el monte y nos fastidia a los demás el día y la salud. Si miramos mal al que fuma en un bar, por qué nos callamos cuando alguien quema el monte y nos llena de humo el ambiente durante días y días. Es un daño no valorado y que no debe dejar impune al fogonero que se pasea impunemente entre nosotros.
El Consejero de Presidencia, Florentino Alonso, ha activado a las 15:27 horas de hoy lunes 17-10-11el Plan de Emergencias de Protección Civil por Incendios Forestales en el Principado de Asturias (INFOPA) en Situación 1. Esta decisión se ha tomado debido al número de incendios forestales declarados en el suroccidente asturiano, en concreto en Allande con 2 incendios, Cangas del Narcea con 10