jueves, 13 de mayo de 2010

De la oposición al parque natural propiciada por algunos políticos y personas, hoy se teme ya no estar dentro de él.

Los ganaderos y propietarios de los terrenos del coto de caza del Narcea se han sumado a las voces que entienden que la modificación de la ley del parque natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias pone en entredicho la pertenencia de dichas fincas al espacio protegido. Ellos defienden que, de hecho, ese cambio les excluye del parque.

El problema se planteó cuando la Junta General del Principado aprobó, por unanimidad, que la gestión del coto de caza pasase a depender de la Sociedad de Cazadores del Narcea de manera definitiva. Hasta entonces estaban ejerciendo la gestión de forma temporal. El texto de la nueva ley dice literalmente que «las normas del parque natural de las Fuentes del Narcea no serán de aplicación en los terrenos que conforman el coto».

Cándido Vicente Corros, representante de los ganaderos y propietarios en la Junta Rectora del parque natural, explica que «estamos preocupadísimos. Es un tema farragoso y complicado. Nosotros hemos consultado diversas fuentes y, tal como está redactada la ley, estamos fuera del parque», manifiesta.

Las consecuencias de esta circunstancia son de alcance. Para empezar, los ganaderos temen que la Unión Europea se agarre a la literalidad de la ley para declarar ilegales las ayudas que se reciban por esos terrenos y obligue a devolverlas. También tienen miedo a que, al estar fuera del parque, se pierda el canon cinegético que les corresponde. A Cándido Vicente Corros no le tranquiliza que todas las fuentes oficiales digan que el asunto se reduce a una cuestión de interpretación y subrayen que nadie quiere sacarles del parque. «Algo no está claro cuando en la Consejería de Medio Rural se niegan a firmar las ayudas mientras Medio Ambiente no les dé cobertura. Ellos, la propia Administración, tampoco lo ven claro. No ven legalidad suficiente para firmar esas ayudas, entienden que están en el límite de lo permitido por la nueva redacción de la ley», comenta.

Lo que pretenden los afectados es que todo quede claro, es decir que si realmente están dentro del parque no se deje lugar a la mala interpretación de un texto confuso, que todo quede plasmado negro sobre blanco. El representante de los ganaderos concluye a este respecto que «necesitamos, por el bien de todos, que esto quede meridianamente claro. Y no lo está, según los letrados a los que hemos consultado y según la propia Consejería de Medio Rural. No podemos permitirnos estos errores».