martes, 19 de febrero de 2008

Lobos y hombres; lobos, cazadores y ganaderos....


Febrero 2008...............
Nuevamente surge la polémica entorno al cánido en los montes del suroccidente asturiano. Distintos intereses; caza (ocio) y ganadería se unen contra el lobo. La figura del lobo ha servido últimamente como moneda de cambio, como instrumento político y de presión, pues hablar del lobo no es tarea sencilla, si no que implica un amplísimo debate.
Un debate sobre la biología del lobo, su status real, es decir, su demografía y también los problemas de la especie; un debate sobre su fuente de alimentación, si son animales salvajes (corzos y jabalís) analizando los daños al ganado; supone también hablar sobre la gestión de la ganadería (muchas veces he visto vacas en pleno invierno en la alta montaña, sin vigilancia alguna, así como terneros recién nacidos en el monte, sin vigilancia, en áreas loberas).
Lo más sencillo es solicitar la reducción de la población. Pedir batidas con la amenaza de otros medios peores, como el veneno. Pero el problema planteado ahora no tiene nada de particular por lo viejo de los postulados. Lo cierto es que si que es preciso sentarse a hablar para gestionar mejor los recursos, para hacer más fácil la labor del ganadero cuando se le pierde el ganado atacado por el lobo o cuando se tarda en pagar. Gestión del monte es lo que hace falta.
Ahí va la noticia:
Los ganaderos de Cangas denuncian que el Gobierno regional apenas cubre el 30% de los daños del lobo
Acusan a los guardas de emitir informes «incompletos y confusos» que dan lugar al archivo de las reclamaciones

Cangas del Narcea, Alejandro ÁLVAREZ
Los ganaderos de Cangas del Narcea están hartos de las «mentiras» de la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural. Acusan a su máxima responsable, Belén Fernández, de haber sido incapaz de frenar el aumento del número de lobos en la comarca durante los últimos cinco años. La presencia de los cánidos en los montes cangueses ha vuelto a traer la preocupación a la comarca suroccidental. Desde la Mesa Ganadera con Daños de Llobu (Medagall) han denunciado que en la actualidad el Principado apenas cubre el 30 por ciento de los daños ocasionados. El máximo responsable del colectivo en el Suroccidente, Segundo Menéndez, acusó ayer a la guardería de emitir informes «confusos y muy poco concretos que dejan lugar a la duda y provocan el sobreseimiento o el archivo de los mismos. Estamos peor que con Franco. Aunque entonces no pagaban, al menos podíamos actuar contra los lobos sin que nos metieran en la cárcel». Los ganaderos se reunieron ayer con el alcalde cangués, José Manuel Martínez, y con el presidente de la Sociedad de Cazadores del Narcea, Amante Méndez, para analizar la situación y volver a exigir al Principado que busque una salida a la problemática del lobo en el municipio. Entre las medidas a aplicar, piden la reducción de la población del lobo hasta niveles compatibles con la actividad ganadera, la redacción de un informe claro y concluyente de la guardería sobre las causas de los daños, la revisión de los baremos de indemnización por los daños indirectos, la declaración de zonas libres de lobo, la representación de la mesa ganadera en el comité consultivo del plan de gestión del lobo en Asturias, actuaciones inmediatas en el caso de daños reiterativos, el acortamiento del plazo de pago de los daños hasta un máximo de 40 días y el apoyo al pastoreo tradicional.
Otro asunto que preocupa a los ganaderos es el «alarmante» descenso de algunas cabañas ganaderas, en concreto las de cabras. Dos razas autóctonas, la xalda y la bermella, según el máximo responsable de Medagall, están al borde de la desaparición, por lo que exigió la aplicación de medidas urgentes. «Hace unos años había 3.000 cabezas de esas razas. Ahora apenas superan las 125. ¿Acaso no tienen estos animales el mismo derecho a la vida que el lobo?», se preguntó Segundo Menéndez. «Problema gordo» Paralelamente, desde la Asociación de Ganaderos del Parque de las Fuentes del Narcea precisaron que «es un problema y gordo por cuanto vacas y caballos se ven muy afectados y corren el peligro de desaparecer si no se busca pronto remedio a la situación planteada». Su máximo responsable, Eliseo González Caballero, denunció que aún tienen pendientes de cobrar daños que corresponden al año 2006, algo que considera totalmente inadmisible y que explica muchas situaciones de cabreo entre los ganaderos. «Estos casos deben acabarse y hay que buscar sistemas de funcionamiento que favorezcan a todos y eviten situaciones no deseadas. Administración y ganaderos debemos llegar a acuerdos», insistió Eliseo González Caballero.
Todos coinciden en señalar que han vuelto las grandes manadas, algo que hacía al menos 40 años que no se veía. Unos y otros constatan la presencia, cada vez mayor, de pieles de jabalí que han sido víctimas de los lobos. Los propietarios han tenido que retirar del monte el ganado caballar para evitar su pérdida.