El Fapas detecta reproducción osera en Teverga

Comprobada la primera reproducción de una osa en Teverga

Es el resultado de casi  doce meses de trabajo en el seguimiento de la población de osos en el Concejo de Teverga.  Los equipos fotográficos, cada vez más eficaces, están permitiendo no solamente obtener fotografías que puedan ser más o menos vistosas, si no aportar verdaderamente una información importante a la cada vez más numerosa población de osos que se mueven en los territorios de montaña.   El resultado de estos trabajos, poco a poco y con la debida interpretación, complementada con el trabajo de identificación genética, nos permite conocer con  mayor detalle la estructura de los osos que viven en determinados territorios, en especial, demostrar la presencia de osas reproductoras en enclaves donde no había una confirmación real de su existencia.   Este es el caso de Teverga.   Se identifica la primera osa reproductora  en el territorio tevergano, a  mitad de camino entre la población reproductora de Somiedo y la del valle del Trubia, especialmente en los territorios de Proaza.   Podrá alguien decir que es una casualidad, pero lo cierto es que esta primera osa reproductora aparece en el territorio después de años de ausencia total de reproducción, un territorio con características excepcionales para la presencia osera y en donde son historia los datos de los cazadores de osos, como aquel cura de un pueblo que tan solo en los alrededores de la aldea, llegó a matar a lo largo de su vida 54 ejemplares.   ¿Por qué no había osos en  este territorio?. Respuesta compleja a la que habrá que dedicar tiempo para valorar la pregunta. Pero lo cierto es que comienza a reproducirse la misma línea de evolución que en Proaza, cuando en el año 2004 no había reproducción y luego de 6 años de trabajo del FAPAS, la población osera está perfectamente asentada con un nivel de reproducción que la convierte en una de las mejores áreas oseras de la Cordillera Cantábrica.   Tras dos años de trabajos en Teverga, es posible identificar la primera osa reproductora acompañada al menos por un osezno. Lamentablemente, la fotografía no es de una gran calidad, pero es en sí misma un testimonio importante, tanto que nos permite dar esta buena noticia. La reproducción comienza en un territorio vedado a ella durante muchos años y en donde el furtivismo, el veneno y alguna que otra circunstancia  lo había impedido hasta ahora.