En los últimos cinco años se han abatido mediante controles de población, según los datos oficiales aportados a los Tribunales por la propia Consejería de Medio Ambiente y por Parques Nacionales, más de ochenta ejemplares de Lobo ibérico en Asturias, veintiuno de los cuales fueron eliminados en el interior del Parque Nacional de los Picos de Europa, único espacio protegido perteneciente a la Red de Parques Nacionales donde aún sobrevive dicha especie. Asimismo, las propias administraciones involucradas reconocen expresamente la eliminación de hembras de Lobo gestantes mediante batidas y también el hecho de dejar a su suerte Lobos heridos por disparo en el desarrollo de los controles de población efectuados. Por tanto, podemos afirmar que las Administraciones Públicas reconocen haber matado en estos últimos años en el Principado de Asturias un número aproximado a los cien ejemplares de Lobo ibérico, cifra que supera ampliamente los individuos muertos por el veneno y la caza furtiva juntos, convirtiendo las medidas administrativas de gestión de la especie en la mayor causa de mortalidad y, por tanto, en el principal factor de riesgo que afecta actualmente a la conservación de la población de Lobo ibérico existente en nuestra comunidad autónoma, y todo ello a pesar de que los daños producidos por dicha especie en nuestra comunidad no supera el 2% de la cabaña ganadera, según datos oficiales.
